SUELOS ARCILLOSOS: formado principalmente por arcilla, retiene el agua formando charcos.
Está
formado por el 45% de arcilla, tiene una elevada retención de agua y
nutrientes, posee una baja porosidad y por lo tanto carece de aeración. Son
terrenos difíciles de trabajar por su elevada viscosidad y muestra gran
resistencia para la penetración de las raíces les impide una buena aeración y
por lo tanto las mismas terminan pudriéndose.
Presenta color amarillo y esto indica óxido
de hierro hidratado, son excelentes depósitos de agua y encierran minerales
que pueden ser utilizados con facilidad, sin embargo este tipo de suelo
tiende a contener excesos de agua y eso impide el buen desarrollo de la
planta ya que por su viscosidad y dureza sus raíces no se desarrollan como
deben ser.
Una de sus ventajas sigue siendo la retención de
agua y minerales y conservan fácilmente la forma que le damos al trabarlo, las
plantas que pueden plantarse en este tipo de suelos son aquellas que poseen
raíces potentes y capases de penetrar en capas más profundas como las plantas
medicinales o aromáticas como por ejemplo: menta, nogal, melisa, etc.
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sabia
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